Cronometrando la Justicia Laboral en México: Más Allá del Tic Tac del Tiempo.

Por: Paola Guadalupe Pérez Ortega

En el contexto de la justicia laboral en México, cada paso cuenta, cada palabra resuena y cada segundo es esencial en la búsqueda constante de la justicia. Exploramos los macroprocesos que dan forma a la resolución de disputas laborales, desde la recepción de demandas hasta la ejecución de sentencias. En este viaje, el tiempo se convierte en un testigo silencioso del proceso legal. En los juicios laborales, la rapidez con la que se toma una decisión es crucial. La ley establece límites de tiempo que dirigen la pauta para la resolución de conflictos. ¿Son estos plazos una carrera contra el tiempo? ¿Cómo entrelazan estos macroprocesos con el reloj implacable? Iniciaremos con el primer macroproceso, denominado “recepción de demandas”, que marca el punto de partida desde su presentación en el Tribunal hasta el emplazamiento al demandado completándose en 9 días [1]. En este macroproceso, el tiempo se convierte en el primer juez, marcando el inicio de la cuenta regresiva para una resolución justa. En caso de surgir alguna prevención, se podría agregar un plazo adicional de 3 días [1] . El segundo macroproceso que denominaremos “sustanciar demanda” abarca la fase escrita incluyendo la gestión para la audiencia preliminar, nos sumerge en un mundo donde la velocidad de la pluma y la profundidad de la reflexión bailan en armonía. Aquí, el tiempo se convierte en un aliado o un desafío, dependiendo de cómo se administre en la construcción de cada caso: 36 días [1] para allanamientos parciales, 45 días [1] en casos de contrademanda y 16 días [1] en situaciones de allanamiento total o desatención de la demanda. En el último macroproceso, denominado "resolver demanda", incluyendo la gestión de las diferentes agendas de los participantes para poder asignar una fecha a la audiencia de juicio, así como la celebración de las audiencias. Es en este punto donde los argumentos adquieren relevancia, abarcando 22 días [1] para todos los escenarios, excepto, allanamiento total, en donde es la audiencia de juicio la pieza clave en el rompecabezas legal, la cual se completa transcurridos 10 días [1] a partir de la conclusión del segundo macroproceso “sustancias demanda”. El epílogo del proceso, la ejecución de sentencias se ejecuta con igual celeridad. Aquí, el sistema demuestra su capacidad para implementar decisiones judiciales de manera oportuna, brindando conclusiones sólidas a los casos. Estos plazos, cuidadosamente delineados, reflejan la agilidad del sistema para abordar disputas laborales con seriedad y eficacia. En este viaje a través de los macroprocesos de la justicia laboral en México, el tiempo se convierte en el ritmo que guía y desafía, desde la recepción hasta la ejecución, siendo el cronómetro un testigo silencioso en el escenario de la justicia mexicana. Cada fase representa un eslabón esencial en la cadena, donde la temporalidad y la precisión convergen para fortalecer el tejido de la justicia laboral en México. [1] Ley Federal del Trabajo, [L.F.T.]

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